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lunes, 20 de abril de 2015

Fugu (河豚, 鰒, フグ?) es la palabra japonesa utilizada para denominar al pez globo y al plato japonés preparado a partir de la carne de este pez (normalmente de especies del género Takifugu, Lagocephalus o Sphoeroides) o de peces erizo del género Diodon.
El Fugu puede ser mortalmente venenoso debido a su tetrodotoxina, por lo tanto, debe ser cuidadosamente preparado para extirpar las partes tóxicas y evitar la contaminación de la carne. La preparación del Fugu a nivel de restaurante está estrictamente controlada por la ley en Japón y en otros países, y sólo chefs que han calificado a través de un riguroso entrenamiento se les permite cocinar al pez.
El Fugu es servido como sashimi y chirinabe. Algunos consideran el Hígado la parte más sabrosa, pero es también la más venenosa y servir este órgano en restaurantes se prohibió en Japón en 1984. Debido a que el fugu es mortalmente venenoso si se prepara incorrectamente, se ha convertido en uno de los platos más célebres y notorios de la cocina japonesa.







otro tipo de pez venenoso es el pez león





 Maestros del camuflaje marino

Pez sapo

Fotografía de Kristian Taylor, My Shot
El pez sapo croa igual que las ranas anfibios, pero su sonido se parece más al sonido del entorno marino donde se esconde mientras espera a sus presas.

Este pez también tiene una gran resistencia al amoníaco. Los científicos investigan cómo es capaz de soportar tal cantidad de toxinas.  Los resultados que puedan obtener de tales investigaciones podrían ayudar a producir tratamientos médicos para ciertas enfermedades humanas como podría ser la hepatitis, derrames cerebrales o ataques de corazón.



El pez raya y su ataque de azar

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El océano está tan poblado que no se sabe el número exacto de especies que hay en sus entrañas, porque seguramente quedan muchas por descubrir.
Hoy no te voy a hablar ni del tiburón, ni de la ballena, ni del delfín. Vamos a conocer al pez raya, un ser que puede jugar una mala pasada si tienes mala suerte, sigue leyendo y sabrás de qué te estoy hablando.

El pez raya

Estos animales son conocidos también como "mantarrayas" y están estrechamente emparentados con los tiburones. Podemos apreciarlo por su esqueleto, por el número y forma de las aletas y por sus branquias.
Son peces cartilaginosos y se podría decir que tienen forma de rombo. Se caracterizan por unas aletas muy largas y una cola puntiaguda.
Su piel es blanca por la parte de abajo, pero el lomo es moteado, tiene rayas, manchas, y algunas otras distinciones... Algunas veces para mantenerse oculto se entierran en la arena del fondo del mar.

El aguijón venenoso

Sólo dos especies de rayas son venenosas, las Dasyatidae, que son más comunes y las Potamotrygonidae, que habitan en Sudamérica.
Éstas poseen un aguijón venenoso, sólo el último tercio. Es muy afilado e incluso tiene forma de sierra, por lo que su picadura puede ser muy dolorosa.
Para los humanos no resulta venenosa, aunque se han dado casos de muertes a causa de su picadura. Su veneno es producido en unas glándulas situadas detrás del aguijón.
152953795.jpg iStockphoto/Thinkstock

Características

Viven en cualquier mar y se alimentan de crustáceos. Su forma aplanada les diferencia del resto de peces, pero sus dientes son como los de los tiburones, aunque algo más pequeños, claro.
Pueden alcanzar los 34 kg de peso y su aguijón puede llegar a los 30 cm de longitud.
Como he mencionado antes, se entierran o se posan en el fondo del mar y allí se quedan inmóviles hasta que su presa aparece y consiguen capturarla rápidamente. Cazan de esta forma porque no pueden perseguir a sus presas, nadan muy lentamente.

Ataques a seres humanos

Quizás te suene el nombre de Steve Irwin,  un gran ecologista y biólogo cuya pasión eran los animales. Un día, el cuatro de septiembre del 2006, estaba rodando un documental en Australia...
Todo iba bien, hasta que el pez raya clavó su aguijón, de 20 centímetros, directamente en el corazón de Steve, perforándolo e inyectando veneno en su organismo. Murió prácticamente en el acto. La muerte se recogió en video y aún se puede ver en internet, aunque su mujer destruyó la cinta original.
En Cayo Marathon una mujer que estaba tranquilamente en su barco murió después de que una raya saltara del agua, clavara su aguijón en el cuello de la mujer y ésta se cayera de espaldas golpeándose fuertemente la cabeza.
Y James Bertakis, un hombre de 81 que sufrió un accidente similar al anterior, pero en su caso, se salvó milagrosamente de morir.
Pero para que te ocurra esto debes ser muy desafortunado, y realmente son casos muy excepcionales los accidentes fatales con estos animales.
De cualquier forma, nunca se sabe cuándo va a ser el último momento, así que mejor disfruta de todo lo que hagas mientras puedas... Carpe Diem, amigo.




Lubinas o Róbalos Salvajes

dicentrarchus labrax













 Urtas,Hurta o sama roquera:


Pagrus auriga





Dorada:


sparus aurata








Pargo Bocinegro:


Pagrus pagrus










Corvina:


Argorosomus regius






Pargo viejas:


Dentex gibbosus


                   






                    Langostinos :


                    penaeus kerathurus









Puntillitas









                    Calamar:


                    loligo vulgaris







Gambas:


Aristeus antennatus,Parapenaeus longirostris






Besugo de la pinta:


pagellus bogaraveo






Mero:


epinephelus guaza






Salmonetes de roca:


mullus surmuletus






Cazón:


galeorhinus galeus








Pez Sable:


trichiurus lepturus






Acedía o Lenguadillo:


dicologlossa cuneata






Peludas, Gallos o Tapaculos:


lepidorhombus whyffiagonis






Brecas:


pagellus erythrinus








Galeras:


squilla mantis






Chocos o Sepias:


sepia officinalis






Lenguado:


solea vulgaris






Bailas o Lubinas atruchadas:


disentrarchus punctatus






Sargos breados, Capote o Urtas negras:


diplodus cervinus






Sargo blanco:


diplodus anularis






Barriga y lomos de Atún fresco









                               Mapa de la bahia de Cádiz


                               

                                              Otro ejemplo:

                                                    

                                               Imagen real   


                                       
La Bahía de Cádiz es el entrante que el mar hace en la costa junto a Cádiz. Los municipios cuyos términos delimitan el arco de la bahía son Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando y Cádiz. En ella desemboca el río Guadalete, el Iro y el río Salado de Rota. Por ella discurren el caño de Sancti Petri y el río San Pedro, además de presentar grandes extensiones de marismas y esteros. Gran parte de la bahía está protegida bajo la figura jurídica del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

 La paleotopografía de la bahía de Cádiz hasta 1997 se basó fundamentalmente en las geografías latinas de la Antigüedad, caso de la "Ora marítima" de Avieno. Estas geografías dan noticia de la existencia del antiguo archipiélago gaditano que se hallaba junto a la costa. A partir de 1997 se iniciaron estudios científicos encaminados a conocer la evolución histórica del litoral gaditano. Estos estudios han confirmado la existencia del antiguo archipiélago gaditano ya poblado en el neolítico mencionado en las antiguas descripciones, y cómo las islas que lo componían se han ido uniendo debido a un proceso de sedimentación provocado por varias causas.

Los factores que han actuado y que han cambiado la fisionomía de la Bahía y de sus islas son las variaciones eustáticas, el oleaje, la acción de corrientes marinas y fluviales, la actividad sísmica y la mano del ser humano. Lo que es lo mismo:
  • Variaciones del nivel del mar en los últimos 10 000 años.
  • Formación de estructuras de islas barrera y flechas litorales (acumulación de arena delante de la costa) asociadas a la estabilización y descenso del nivel marítimo con posterioridad al máximo nivel del mar conocido.
  • Colmatación de espacios restringidos formados tras las flechas litorales.
  • La erosión marina, fundamentalmente en las zonas costeras de mar abierto, potenciada por la permanente actuación de la sismotectónica sobre la zona.
  • La acción humana, que modifica el entorno condicionando la acción del resto de factores.
Caño de Sancti Petri desde Chiclana con San Fernando al fondo.
Estas grandes alteraciones geográficas dificultan la localización y el estudio de los asentamientos humanos históricos, generando incógnitas arqueológicas de difícil resolución, como el emplazamiento del Portus Gaditanus, la localización de los templos de origen fenicio, de las salinas romanas etc. Los últimos datos obtenidos muestran que desde épocas muy tempranas, hacia el 4500 a. C., ya existían amplias zonas de marismas que, desde muy antiguo, debieron ser explotadas con fines salineros.
Los peces son animales vertebrados de sangre fría y su temperatura depende de la del agua que los rodea. La mayoría de las personas se hallan familiarizadas con todas las características físicas de los peces: Un cuerpo estilizado, unas aletas, unas agallas, grandes ojos, boca amplia y que tienen escamas.
Muchos peces tienen un aspecto aerodinámico que se ajusta a las leyes que rigen el desplazamiento dentro de un líquido (en éste caso el agua), con lo que sus cuerpos presentan un mínimo de resistencia cuando se mueven a través del agua a la velocidad que nadan.

Las tres funciones principales de las aletas son: La estabilización, el frenado y la locomoción. Las contracciones musculares de la cola y del cuerpo son las que proporcionan la fuerza impulsora principal, mientras que las aletas dorsales que aparecen en el lomo y las ventrales que se encuentran en el abdomen estabilizan el cuerpo y evitan que gire sobre sí mismo. Las aletas pectorales y ventrales tienen función de equilibrado, frenado y giro y, además, dan lugar a cierta propulsión. En cuanto a la aleta caudal ó cola, sirve para girar, estabilizar e impulsar.
El Oxígeno no puede ser absorbido por la mayoría de peces a menos que venga disuelto en el agua. Por dicho motivo, absorben ésta por la boca y la filtran a través de las membranas de las agallas para conseguir el Oxígeno que necesitan. El Oxígeno pasa al caudal circulatorio y el agua, junto con Dióxido de Carbono y otros productos residuales, es expulsada. La ausencia de pulmones y la presencia de agallas constituyen uno de los rasgos principales que separan los peces de los vertebrados superiores.
Los orificios nasales de los peces no se encuentran conectados ni al sistema respiratorio ni al digestivo sino que son simples cavidades que contienen papilas olfativas mediante las que pueden detectar olores diversos (esto es un hecho bien demostrado), incluido el de la sangre, en el agua.
Los peces no disponen de oído externo, pero cuentan en cambio con un mecanismo interno capaz de percibir cualquier vibración en el agua. La mayoría de los peces poseen una visión adecuada para una determinada distancia. Los ojos, en la mayoría de los casos, son grandes, sin párpados y escasamente móviles.
Los cuerpos de la mayoría de los peces se encuentran recubiertos con escamas superpuestas. Estas escamas de tipo duro se hallan debajo de una delgada película de tejido epidérmico para dar una forma todavía más aerodinámica al cuerpo y proteger a éste contra heridas e infecciones. La dimensión de las escamas varía en función de la del pez, lo cual supone que si éste crece, también lo hacen sus escamas. Exceptuando cualquier pérdida accidental, el número específico de escamas permanece constante durante toda la vida del pez.
Cabe destacar que la edad del pez puede determinarse, algunas veces, por los anillos de crecimiento que se observan en las escamas.

Los peces tienen muchos mecanismos de defensas desde veneno hasta camuflaje
Este es uno de ellos y a la vez de los mas extraños:



El extraño mecanismo de defensa que hace a este pez escupir luz

El extraño mecanismo de defensa que hace a este pez escupir luz

Cuando hablamos de los mecanismos de defensa que los animales marinos adoptan para evitar ser devorados, lo normal es pensar en espinas puntiagudas, camuflaje o veneno. Sin embargo, hay una clase de zooplancton que emplea una defensa muy especial: la luz. La oceanógrafa Helen Czerski explica en vídeo cómo funciona este ingenioso método.
La luz proviene de un compuesto químico emitido por unos diminutos crustáceos llamados ostrácodos que forman parte del zooplancton. Los ostrácodos son una presa más que aceptable para los peces cardenales que viven en las profundidades (unos parientes de los populares neones de los acuarios domésticos).
 
 
 
 
Fugu (河豚, 鰒, フグ?) es la palabra japonesa utilizada para denominar al pez globo y al plato japonés preparado a partir de la carne de este pez (normalmente de especies del género Takifugu, Lagocephalus o Sphoeroides) o de peces erizo del género Diodon.
El Fugu puede ser mortalmente venenoso debido a su tetrodotoxina, por lo tanto, debe ser cuidadosamente preparado para extirpar las partes tóxicas y evitar la contaminación de la carne. La preparación del Fugu a nivel de restaurante está estrictamente controlada por la ley en Japón y en otros países, y sólo chefs que han calificado a través de un riguroso entrenamiento se les permite cocinar al pez.
El Fugu es servido como sashimi y chirinabe. Algunos consideran el Hígado la parte más sabrosa, pero es también la más venenosa y servir este órgano en restaurantes se prohibió en Japón en 1984. Debido a que el fugu es mortalmente venenoso si se prepara incorrectamente, se ha convertido en uno de los platos más célebres y notorios de la cocina japonesa.







otro tipo de pez venenoso es el pez león





 Maestros del camuflaje marino

Pez sapo

Fotografía de Kristian Taylor, My Shot
El pez sapo croa igual que las ranas anfibios, pero su sonido se parece más al sonido del entorno marino donde se esconde mientras espera a sus presas.

Este pez también tiene una gran resistencia al amoníaco. Los científicos investigan cómo es capaz de soportar tal cantidad de toxinas.  Los resultados que puedan obtener de tales investigaciones podrían ayudar a producir tratamientos médicos para ciertas enfermedades humanas como podría ser la hepatitis, derrames cerebrales o ataques de corazón.



El pez raya y su ataque de azar

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El océano está tan poblado que no se sabe el número exacto de especies que hay en sus entrañas, porque seguramente quedan muchas por descubrir.
Hoy no te voy a hablar ni del tiburón, ni de la ballena, ni del delfín. Vamos a conocer al pez raya, un ser que puede jugar una mala pasada si tienes mala suerte, sigue leyendo y sabrás de qué te estoy hablando.

El pez raya

Estos animales son conocidos también como "mantarrayas" y están estrechamente emparentados con los tiburones. Podemos apreciarlo por su esqueleto, por el número y forma de las aletas y por sus branquias.
Son peces cartilaginosos y se podría decir que tienen forma de rombo. Se caracterizan por unas aletas muy largas y una cola puntiaguda.
Su piel es blanca por la parte de abajo, pero el lomo es moteado, tiene rayas, manchas, y algunas otras distinciones... Algunas veces para mantenerse oculto se entierran en la arena del fondo del mar.

El aguijón venenoso

Sólo dos especies de rayas son venenosas, las Dasyatidae, que son más comunes y las Potamotrygonidae, que habitan en Sudamérica.
Éstas poseen un aguijón venenoso, sólo el último tercio. Es muy afilado e incluso tiene forma de sierra, por lo que su picadura puede ser muy dolorosa.
Para los humanos no resulta venenosa, aunque se han dado casos de muertes a causa de su picadura. Su veneno es producido en unas glándulas situadas detrás del aguijón.
152953795.jpg iStockphoto/Thinkstock

Características

Viven en cualquier mar y se alimentan de crustáceos. Su forma aplanada les diferencia del resto de peces, pero sus dientes son como los de los tiburones, aunque algo más pequeños, claro.
Pueden alcanzar los 34 kg de peso y su aguijón puede llegar a los 30 cm de longitud.
Como he mencionado antes, se entierran o se posan en el fondo del mar y allí se quedan inmóviles hasta que su presa aparece y consiguen capturarla rápidamente. Cazan de esta forma porque no pueden perseguir a sus presas, nadan muy lentamente.

Ataques a seres humanos

Quizás te suene el nombre de Steve Irwin,  un gran ecologista y biólogo cuya pasión eran los animales. Un día, el cuatro de septiembre del 2006, estaba rodando un documental en Australia...
Todo iba bien, hasta que el pez raya clavó su aguijón, de 20 centímetros, directamente en el corazón de Steve, perforándolo e inyectando veneno en su organismo. Murió prácticamente en el acto. La muerte se recogió en video y aún se puede ver en internet, aunque su mujer destruyó la cinta original.
En Cayo Marathon una mujer que estaba tranquilamente en su barco murió después de que una raya saltara del agua, clavara su aguijón en el cuello de la mujer y ésta se cayera de espaldas golpeándose fuertemente la cabeza.
Y James Bertakis, un hombre de 81 que sufrió un accidente similar al anterior, pero en su caso, se salvó milagrosamente de morir.
Pero para que te ocurra esto debes ser muy desafortunado, y realmente son casos muy excepcionales los accidentes fatales con estos animales.
De cualquier forma, nunca se sabe cuándo va a ser el último momento, así que mejor disfruta de todo lo que hagas mientras puedas... Carpe Diem, amigo.